On the importance of sport as political action: Reasons and governance measures. (Sobre la importancia del deporte como acción política: Razones y medidas de gobernanza).

Resumen

Abstract

As acknowledged in the Comisión Europea (2007) White Paper on Sport, sport can be understood as “all forms of physical activity which, through casual or organised participation, aim at expressing or improving physical fitness and mental well-being, forming social relationships or obtaining results in competition at all levels.” (2007, p. 2). Thus, considering that sport is a social phenomenon of enormous dimensions, the absence of public debate on sport policy results remarkable, especially when compared with the ideological exchange aroused by other areas of culture or education. Let’s recall, for example, the social discussion produced by the introduction of the subject Education for Citizenship and Human Rights in the educational system. In sharp contrast, without considering if it is positive or negative, advisable or inadvisable, when one talks about sport, it is usually from the position of a spectator, a practicing amateur, or a professional involved in sports as a journalist or technician, but it is unusual, with a few exceptions, to approach sport from a political standpoint. This will not be the case this Editorial, where four reasons will be presented as to why sport should be a fundamental line of political action, while postulating governance measures in regards to sport policy. Accordingly, it is worth noting that it is not the writer’s objective to politicize sport in the sense of promoting a partisan use of it, but to emphasize what sport can do positively for the development of peoples, in this case the Spanish people.

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Resumen

Como hiciera el Libro Blanco para el Deporte de la Comisión Europea (2007), el deporte puede ser entendido como “cualquier forma de actividad física que, a través de participación organizada o no, tiene por objeto la expresión o mejoría de la condición física y psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales o la obtención de resultados en competición a todos los niveles” (2007, p. 2). Así, pese a que el deporte es un hecho social de enormes dimensiones, llama la atención la ausencia de debate público sobre política y deporte, especialmente si se compara con el intercambio ideológico que suscitan otras áreas de la cultura o de la educación. Recordemos, por ejemplo, la discusión social que supuso la implantación en el sistema educativo de la materia Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos. En agudo contraste, sin llegar a valorar si es positivo o negativo, aconsejable o desaconsejable, cuando se habla de deporte, generalmente se hace desde posicionamientos de espectador, de aficionado practicante o de profesionales vinculados al deporte como periodistas o técnicos, pero no es habitual, salvo excepciones, abordarlo desde un enfoque político. No será el caso de este Editorial, donde se expondrán cuatro razones de por qué el deporte debe ser una línea fundamental de acción política, a la vez que se postulan medidas de gobernanza en materia de política deportiva. Al respecto, cabe destacar que la voluntad de quien escribe no es politizar el deporte en el sentido de promover un uso partidista del mismo, sino poner de relieve lo que el deporte puede hacer positivamente por el desarrollo de los pueblos, en este caso el español.